El partido llegó empatado al último cuarto
Comenzar la crónica, en un día como hoy, dando las gracias y felicitando a los padres que se acercaron a Selaya a traer y compartir el partido de los sábados con sus hijas, y por supuesto, hacerlo extensivo a los padres (genérico, no caeré en la estupidez) de este y de tantos equipos que invierten y apuestan cada sábado el bienestar de sus hijos. Pronta recuperación para Alba.
Dicho lo cual, salida en tromba de las santanderinas en El Castañal de Selaya. Al igual que en la ida, al igual que el sábado pasado, vendaval azul que superó una y otra vez a las locales hasta el 8 a 18 del final del cuarto. Quinteto al banquillo exhausto por un trabajo bien hecho.
Segundo cuarto en que las locales suben líneas y comienzan a presentarnos más problemas. La precipitación y falta de entendimiento del juego no son buenas aliadas. Menos 6 en este cuarto para llegar aún cuatro arriba al descanso, 22 a 26.
Salimos bien en el tercero, recuperando hasta los 8 puntos de ventaja, pero de nuevo la precipitación y la imprecisión nos condena a perder el cuarto por 4 puntos y llegar al último cuarto empatadas, 36 a 36.
Último cuarto con todo por decidir. Después de tres cuartos contra un gran equipo, estamos igualados. Toca salir al campo a decidir el partido… y ahí la experiencia y el buen hacer del rival nos pasó factura en forma de parcial de 11 a 0 de salida para romper el partido. Errores atrás, donde se ganan los partidos, nos marcan el desarrollo del último cuarto, donde no fuimos capaces de saber jugar al contrario.
De las derrotas se aprende … más que de las victorias. Aún, queda trabajo por hacer, mucho. Hasta el último minuto de partido, hasta el último entreno de la temporada, hay que seguir trabajando.